Las razones éticas del veganismo para seguir una dieta vegana, exenta del consumo de
productos de origen animal, su filosofía y modo de vida, son similares a las de los
vegetarianos y tan variadas como puedan hallarse en esta corriente. Sin embargo los veganos, se
acojan a una causa u otra, consideran la alternativa vegetariana como insuficiente, especialmente
dadas las actuales circunstancias económicas, sociales y medioambientales.
El respeto por la vida de los animales es uno de los puntos más fuertes de la
corriente veganista. En este sentido, el
veganismo
condena no sólo la matanza animal con la finalidad del consumo de carne, sino también cualquier
tipo de maltrato o explotación que pueda sufrir el animal con la finalidad de abastecer al hombre.
La cría indiscriminada de ganado, mediante inseminación artificial, en la que las crías son
separadas de sus madres, a las cuales se somete a una vida indigna, forzadas a dar leche
desproporcionadamente, sin apenas movilidad ni descanso; no son aceptables para los
veganos,
por lo que rechazan también el consumo de productos lácteos. Esto también es aplicable a gallinas y
todo tipo de aves productoras de huevos, y en último término, a los productos apícolas (miel,
polen,
jalea real,
propóleos,
cera de abeja, etc.).
Además de los alimentos de origen animal, esta moral en defensa de los animales
no se limita a la dieta. También evita cualquier producto en el que haya sufrido o sido sacrificado
un animal: desde pieles y calzado hasta cosméticos, cremas o productos de higiene testados en
animales; así como actividades «lúdicas» para el hombre basadas en el sufrimiento o la muerte
animal (corridas de toros, encierros y toros «embolados», peleas de gallos o perros, etc.)
Otro importante factor del veganismo es la salud. Al eliminar el consumo de
cualquier alimento procedente de los animales, se evita también la ingesta de toxinas, hormonas y
todos los antibióticos y vacunas con los que se trata de forma excesiva a los animales para evitar
que enfermen, dadas las condiciones de su crianza. Por otra parte, esta dieta es rica en
antioxidantes, ya que aporta una gran cantidad de vitaminas y alcaliniza el ph interno del
organismo, siendo una excelente prevención para enfermedades como la osteoporosis. También se ha
comprobado que una
dieta vegana
equilibrada reduce el riesgo de desarrollar un cáncer y otras enfermedades degenerativas o
crónicas.
El tema ecológico es otra de las principales causas que encuentran muchos
veganos
para no consumir ningún producto animal. Según datos de la Organización de las Naciones Unidas para
la Alimentación y la Agricultura (FAO), cada día se sacrifican unos 345 millones de animales para
el consumo humano, además de extraerse unos 140 millones de toneladas de pescado de los mares. La
cantidad de recursos naturales consumidos para mantener esta cría artificial de ganado, y el
desequilibrio producido en los ecosistemas simplemente no son sostenibles.
Por último, y muy ligado al equilibrio del ecosistema, están las espeluznantes
cifras de la hambruna, que dejan tras de sí unas 20.000 muertes al día. La mayoría podrían evitarse
si se repartiesen los recursos, ya que cerca del 80% de la producción mundial de cereal va a parar
a la ganadería. Algunos cereales, como la
soja,
contienen el doble de proteína que la mayoría de las carnes, sin embargo para producir 1 kg de
carne de ave son necesarios unos 3 kg de cereal, mientras que para producir 1 kg de carne bovina,
la cifra de cereal empleada asciende a entre 10 y 16 kg. |